
Al igual que contra Central Córdoba, Boca volvió a recibir un golpe demoledor en el cierre de un partido. Esta vez fue en Florencio Varela, donde el Xeneize cayó 2-1 frente a Defensa y Justicia en un final electrizante que lo deja complicado en varios frentes: no pudo subirse a la cima de su zona en el Torneo Clausura y, lo más preocupante, quedó momentáneamente fuera de los puestos de clasificación a la Copa Libertadores en la tabla anual.
Sin Miguel Ángel Russo en el banco —reemplazado interinamente por Claudio Úbeda—, el partido tuvo pocas emociones durante gran parte del trámite. Boca insinuó en el primer tiempo a través de Milton Giménez, pero sin precisión en la definición. Con ambos equipos priorizando el orden y el pase corto, el duelo se volvió rígido hasta que, en el complemento, Defensa comenzó a imponerse. Marchesín sostuvo al Xeneize con dos atajadas clave, sumado a un travesaño previo que mantuvo el cero, pero la presión del Halcón crecía.
Las emociones llegaron todas juntas en el tramo final. A los 40 minutos, Abiel Osorio abrió el marcador de penal tras una falta del propio Marchesín. Boca reaccionó rápido y, cuatro minutos más tarde, Leandro Paredes convirtió su primer gol desde el regreso al club, también de penal, para sellar lo que parecía un empate definitivo. Sin embargo, la historia se repitió: en el minuto 49, ante una floja respuesta del arquero xeneize para cortar un centro, Osorio volvió a aparecer, esta vez con un cabezazo en soledad dentro del área chica, para sentenciar el 2-1 agónico.
La derrota deja a Boca con más dudas que certezas. En la Zona A quedó sexto, lejos de los líderes, y en la tabla anual el golpe es más duro: con 47 puntos cayó al cuarto puesto, afuera de la clasificación a la Copa Libertadores. Un panorama que enciende las alarmas de cara a la recta final del año.
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