Antes de cambiar de look, conocé qué te favorece y cómo mantenerlo saludable.
Cada año, las tendencias en belleza cambian, pero hay algo que siempre se mantiene: las ganas de renovarse. Un nuevo corte, un color distinto o incluso una forma diferente de peinarse puede transformar mucho más que la apariencia; puede cambiar el estado de ánimo, la energía y la forma en que nos mostramos al mundo.
Y así como las redes sociales dictan modas, también generan dudas: ¿Qué corte me queda bien? ¿Qué color me favorece? ¿Cómo cuido mi pelo después del cambio?
Hoy los salones de belleza reciben cada vez más consultas sobre cambios de look personalizados, asesoramiento para el cuidado del cabello en casa y, claro, las infaltables promociones que ayudan a decidirse. Pero antes de dar el paso, los expertos como Gustavo Valoppi recomiendan un primer consejo clave: no todos los estilos son para todos los rostros ni todos los tonos combinan con cualquier piel.
Identificar la forma de tu rostro es el primer paso para encontrar un corte que realmente armonice. No se trata solo de seguir una tendencia, sino de resaltar tus rasgos naturales.
Rostro ovalado: Es considerado el más versátil. Casi todos los cortes le quedan bien, desde pixie hasta bob o melena larga con ondas. Se pueden usar flequillos para destacar ciertos rasgos o sumar movimiento sin miedo a errores.
Rostro redondo: Se recomienda alargar y verticalizar visualmente el rostro. Cortes como bob a la clavícula, capas largas por debajo de los pómulos con raya lateral, flequillo recto tupido o largo lateralizado e igual de tupido, y cortes con volumen en la coronilla, ayudan a estilizar sin añadir ancho a las mejillas.
Rostro Cuadrado: Suavizar la línea fuerte de la mandíbula y los ángulos. La clave es el movimiento. Ondas suaves, rizos y capas desfiladas suavizan las facciones duras. Capas largas y suaves que enmarquen la cara y caigan sobre la mandíbula. Flequillos ligeros, desfilados, o un flequillo cortina que sea más largo en los laterales.
Rostro rectangular u ovalado: Acortar visualmente el rostro y añadir ancho. Flequillo: Esta es la forma de rostro que mejor luce un flequillo recto y tupido a la altura de las cejas. «Corta» la longitud de la cara. Un flequillo cortina también funciona de maravilla. Cortes a la altura de los hombros (media melena) o bobs a la altura del mentón, especialmente si se peinan con ondas para crear ancho horizonta y capas que comiencen a la altura de los pómulos o el mentón para crear cuerpo a los lados.
Tan importante como el corte es el color. Un tono mal elegido puede endurecer los rasgos o apagar la piel; uno correcto puede iluminarte al instante.
Colores según tono de piel
Piel morena: Favorables los tonos cálidos como rubio caramelo, castaño caoba, chocolate, marrones oscuros y negros intensos, que realzan la calidez natural. Colores demasiado fríos no suelen favorecer tanto.
Piel clara: Tonos cobrizos, dorados y rojizos, así como rubios claros, aportan luminosidad y calidez. Se recomienda evitar rubios platino muy fríos que pueden palidecer la piel.
Piel media: Puede combinar tanto tonos cálidos como fríos. Tonos neutros como castaño claro o rubio dorado son elecciones seguras y versátiles.
Con respecto al cuidado del cabello, hay que tener en cuenta lo principal: si tu cabello está bien, generalmente los productos neutros son los ideales.
Ahora, si tu cabello tiene alguna anomalía, o está tratado con químicos, cualquiera sea su condición, no te compres por comprar: necesitás hacerte un diagnóstico por un profesional para que te recomiende lo mejor para tu cabello. Y las promociones cada salón las maneja adecuadamente a sus propuestas. Hay que preguntar y asesorarse muy bien.
Un nuevo look no es solo una cuestión estética. Es una forma de cerrar etapas, empezar otras y animarse a ser diferente.
Por eso, antes de sentarte en la silla, tomate un momento para observarte, conectar con lo que querés proyectar y dejarte guiar por quien sabe.
Gustavo Valoppi
Peluquero Integral.
IG: @gustavovaloppi
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