“Si eres de los que dicen: ‘Me encanta Pink Floyd, pero no soporto la política de Roger, harías bien en irte a la mierda e ir al bar en este momento”. Con esas palabras, Roger Waters recibía a sus fans en Argentina en la primera de sus dos noche en el Estadio River Plate. La frase aparecía en las pantallas y resaltaba en la oscuridad de la noche porteña, casi como desafiando las advertencias tras un día lleno de polémicas.
La voz del cantante, leyendo la frase, parecía hacer caso omiso a las alertas y hasta desafiar el pedido de la Justicia. Entre los gritos enfervorizados de sus fans, el artista anticipaba lo que se vendría, un show cargado de mensajes políticos. Así, el ex cerebro de Pink Floyd comenzaba con su gira despedida en el país, una noche donde repasaría la trayectoria de su antigua banda y lo mejor de su carrera solista.
El artista oriundo de Reino Unido tocó durante casi tres horas para las más de 60 mil personas que agotaron las entradas a principios de año y coparon las tribunas del Monumental para presenciar This is not a Drill, el nombre de su gira. Fue una noche a puro rock y hasta hubo un juego de fuegos artificiales al inicio del recital, que finalizó pasadas las 12 de la noche.
A lo largo de su show, el autor de ‘The Wall” pidió resistir contra el fascismo y volvió a utilizar su polémico “chancho inflable”.
En otro pasaje, al ritmo de “The Powers That Be”, el show de Waters mostraba escenas de diferentes crímenes que sufrieron las personas a lo largo del mundo. Según el cantante, muchas de esas personas fueron atacadas por su color de piel.
Waters volverá a presentarse este miércoles y luego continuará con su gira por Sudamérica.
Fotos y videos: X.
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