El protector solar, el pasaporte, el seguro del auto y las llaves de casa: el checklist para unas vacaciones en toda regla apenas ha variado en las últimas décadas. Sin embargo, hay un aspecto reciente que ha empezado a cobrar relevancia, sobre todo a medida que tendemos cada vez más a depender de transferencias o pagos electrónicos y menos del papel moneda: la seguridad de nuestros dispositivos en vacaciones, el momento del año en el que más distraídos estamos.
Por eso, y teniendo en cuenta que el ciberdelito no se toma descanso, les traemos cinco recomendaciones útiles para reducir al máximo la posibilidad de sufrir un percance que nos amargue el verano.
1) Usar redes seguras
La primera tiene que ver con evitar conectarnos a una red pública de internet. Existen numerosos riesgos asociados con esta acción en apariencia muy normal. Por ejemplo, estas redes pueden estar infectadas con programas maliciosos que roban información personal, contraseñas o datos bancarios. En lugares con un turismo especialmente concentrado, la posibilidad de que esto suceda crece exponencialmente.
Para aquellos que veranean en Argentina la solución es simple: hay que usar siempre los datos de nuestro plan de telefonía móvil, o en su defecto el de una tarjeta prepaga. Pero para los que viajan al exterior, la tentación de conectarse a redes públicas se vuelve casi irresistible. En el caso de que no haya otra solución disponible, lo mejor es usar siempre una red privada virtual (VPN) que cifre nuestra conexión y nos permita navegar de forma anónima y segura (en internet existen numerosos tutoriales que te pueden ayudar a configurar una VPN de forma sencilla). Esto reducirá considerablemente los riesgos.
2) Proteger el celular
El celular se convirtió en el último tiempo en el acompañante por excelencia del viajero: permite obtener información al instante, consultar mapas, horarios, frecuencia del transporte público, realizar pagos en moneda extranjera, etc. Como salir sin él es casi imposible, es importante activar el bloqueo automático de pantalla y el borrado remoto en caso de pérdida o robo. Con esto no evitaremos el trago amargo, pero sí podremos evitar al menos que alguien acceda a la información del dispositivo sin nuestro consentimiento.
3) Vigilar los dispositivos
Otra recomendación que no por ser obvia es menos importante: nunca dejes tus dispositivos desatendidos en lugares públicos. Te sorprendería la velocidad con la que una persona puede no sólo robar un celular, sino instalarle un software espía. Es cuestión de segundos. Por eso es fundamental que llevemos el celular siempre con nosotros y lo dejemos fuera de la vista y el alcance de los demás.
4) Elegir dónde se carga el celular
Otra cosa que sucede con mucha frecuencia y es peligrosa: la carga de dispositivos a través de puertos USB de uso público. ¿Quién no ha buscado desesperadamente una de estas entradas en un shopping o un aeropuerto como si su vida dependiera de ello? Lo cierto es que, aprovechando esa misma urgencia, estos puertos pueden estar manipulados para acceder a los datos y contenido de cualquier dispositivo que se conecte a ellos, e incluso infectarlo con malware. Una excelente manera de evitar este problema es invertir en un cargador portátil o, en su defecto, utilizar para la carga de dispositivos sólo el tomacorriente de la pared.
5) Documentación digital
Por último, es útil tener siempre a mano una versión digital de la documentación necesaria para nuestro viaje: tickets de vuelo, reservas de hotel, pasaportes, seguro médico, etc. Además de ayudar al planeta, estamos evitando que los documentos en papel, que son en esencia descartables, caigan en manos equivocadas. Debemos tener siempre presente que los datos personales son la llave para el robo y suplantación de identidad, el acceso a cuentas bancarias o incluso el robo de puntos o millas de viaje.
Si seguimos estas cinco recomendaciones, que tengamos unas buenas vacaciones ya sólo dependerá del clima. ¡A disfrutar!
Foto: Reuters.
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