Reconocida como una de las mejores actrices de su generación, Kate Winslet no se ha prodigado demasiado en televisión desde que saltó al estrellato. A un cameo en ‘Extras’ y dos series como protagonista para HBO, ‘Mildred Pierce’ y ‘Mare of Easttown’, así como un capítulo de la británica ‘I am’, se suma ahora su tercera colaboración con el canal de ‘Los Soprano’ y ‘Juego de tronos’. Su sola presencia justifica toda expectación, pero si a ello sumamos que detrás se encuentra Will Tracy, productor ejecutivo de ‘Succession’ y guionista de ‘El menú’, y que dirige Stephen Frears (‘The Queen’), nuestra atención se dispara hacia ‘The Regime’, una sátira política donde la actriz interpreta a una dictadora hipocondríaca (ya disponible en HBO Max).
«A mí siempre me interesan los personajes diferentes y cuando me enviaron los guiones de los seis episodios completos de ‘The Regime’ no me podía creer que este personaje hubiese sido creado», nos cuenta Kate Winslet sobre por qué eligió este proyecto televisivo. «Ella es hilarante, es intrincada, está triste, es vulnerable, es poderosa, es débil… Siempre está haciendo algo impredecible y me enamoré de esta criatura única. Nunca había visto nada parecido. Nunca había leído algo así y estaba realmente emocionada por el desafío de interpretar algo que era tan diferente a mí. Y también por hacer comedia. Participar en una sátira fue muy emocionante para mí».
Rodada principalmente en Austria, ‘The Regime’ nos traslada a un país imaginario gobernado por Elena Vernham, una lideresa que no se doblega ante las exigencias y presiones de Estados Unidos y otros gobiernos de su entorno, pero cuya fortaleza se desvanece dentro de las paredes de su palacio, doblegada por miedos irracionales. El retrato de esta caudilla poliédrica de Winslet es el centro de la ficción, pero lo que mueve la trama es su colisión con otro personaje, Matthias Schoenaerts (Herbert Zubak), un bruto militar que es contratado para protegerla y con el que creará una relación de amor-odio y dependencia muy poco sana.
«En última instancia, ‘The Regime’ es una historia sobre dos personas que nunca tendrían que haber coincidido, pero que se conocen, se enamoran y se obsesionan el uno con el otro de una manera muy inesperada», destaca la actriz, «pero también es una sátira geopolítica ambientada en un país ficticio del centro de Europa con una líder femenina que lucha por hacer lo correcto para su país y no siempre lo hace bien. De hecho, muy a menudo se equivoca. Y hay algo absurdo y hilarante en esto». Tal y como explica, Winslet compone a una protagonista muy compleja a pesar de que el objetivo de la historia sea esencialmente cómico.
«Mi trabajo era crear a la mujer emocional detrás de la máscara, lo que realmente está pasando detrás de la cortina. No queríamos que ella fuera una especie de dictadora perfectamente compuesta. Queríamos que estuviese quebrada, frágil y rota, y creo que también es muy importante que entiendas por lo que pasó en su vida pasada. Ella tuvo una infancia solitaria, aislada, complicada, probablemente bastante desagradable, y fue criada por un padre tiránico de quien busca la aprobación. Y todavía busca esa aprobación a pesar de que está muerto en un ataúd en el sótano. Es decir, es tan loco… Hay algo increíblemente trágico y casi inquietante en su deseo de obtener la aprobación de su difunto padre. Es absolutamente una locura».
Así, el gran reto de Kate Winslet en esta propuesta es que nos creamos la verdad de un personaje rodeado de tanta absurdez: «Tuve que darle elementos a su personaje que pareciera creíble y para que parezca real a pesar de que todo esto sucede en un mundo completamente imaginario. Fue un equilibrio difícil, pero los guiones eran muy buenos y el equipo creativo había hecho una labor de preparación e investigación para nosotros que todo quedó plasmado en el diálogo y fue un gran placer trabajar con ese material».
La serie puede ser leída como una crítica a la política internacional, a la labor de los gobiernos, al totalitarismo o que pone en evidencia que, a menudo, estamos regidos por idiotas. Sin embargo, la intérprete, que también es productora ejecutiva de la serie, no se moja a la hora de trazar paralelismos con nuestro mundo: «Creo que no hay relación con la realidad, sinceramente. No es un documental. No pretende ser una recreación de eventos históricos reales. A lo largo del tiempo ha habido dictadores y en los siglos venideros habrá más. Y con el aumento del autoritarismo, por supuesto, es normal que la gente haga comparaciones y llegue a sus propias conclusiones, pero nuestro trabajo consistía en intentar resaltar la absurdez y el humor de la serie para poder reírnos de esta gente. Nosotros nos reímos mucho haciéndola, todos los días había muchas risas en el set».
Foto: HBO.
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