Psicóloga UBA. MN: 78414. · Salud Mental
El domingo 1 de octubre fue el debate por las elecciones presidenciales. Si bien el foco en la mayoría de las noticias estuvo puesto sobre los candidatos a presidente y en cómo habló cada uno, mi intención en esta columna, es enfocarme en los ciudadanos a quienes los debates y la futura elección, no solo les influye en cuestiones económicas, sino también en la salud mental.
Sabemos que la época de elecciones y campaña electoral genera muchas emociones, sólo por el simple hecho de tener que tomar una decisión, que generará un estado de miedo e incertidumbre. Además, es de público conocimiento que las campañas políticas tienen como objetivo transmitir información y a la vez movilizarnos emocionalmente.
En las encuestas que podemos observar en internet, las principales preocupaciones de los argentinos son: Desempleo, pobreza, inflación/dólar. Todo ésto lleva a la famosa frase “La plata no me alcanza para nada” lo cual, en el campo de la psicología se puede traducir en insomnio, inestabilidad emocional, estrés y ansiedad. Sumándole la falta de confianza que existe hacia los candidatos.
Estrés y depresión post electoral
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un episodio depresivo, la persona siente tristeza, falta de concentración, sentimientos de culpa, insomnio, irritabilidad, sensación de vacío, pérdida del disfrute y del interés por el mundo exterior durante al menos dos semanas.
El día o la semana post elecciones, si no gana el candidato que uno quiere, existe la posibilidad de que surja la “depresión post electoral” la cual tiene como síntomas los mismos que un episodio depresivo incluyendo la preocupación excesiva acerca del futuro del país. También, esta situación se vive similar a un duelo ya que se atraviesan las mismas etapas:
⦁ Negación
⦁ Ira
⦁ Negociación
⦁ Depresión
⦁ Aceptación
Por último, considero de suma importancia hablar del estrés que nos generan las elecciones. No hablo únicamente del momento en el que entramos al cuarto oscuro a votar sino también de la sensación de miedo e incertidumbre con la que vivimos los argentinos. La angustia económica tapa y oculta otros problemas. Padres angustiados porque sus hijos no pueden progresar, cambios de estilos de vida y algo de lo que poco se habla es de la tristeza con la qué viven los familiares de aquellos que ante la situación del país, deciden irse a probar suerte a otro lugar. Esto implica también atravesar el duelo migratorio.
Deber asumir la realidad e ir adaptándonos a los cambios constantes que tiene Argentina es difícil para todos.