¿Existen los dragones?

En el corazón de los bosques del Sudeste Asiático, habita una especie muy curiosa: el chotacabras orejudo (Lynchorris macrotis). Es un ave que despierta un gran interés por tener grandes orejas y una apariencia de fantasía, propia de los dragones, seres mitológicos presentes en distintas culturas y en series famosas.

Sus alas son de gran tamaño, al igual que su cola, y cuenta con unos largos mechones en las orejas que le dan su apariencia característica. Actualmente, son clasificadas como una especie de menor preocupación por asociaciones como la Unión Internacional Para la Conservación de la Especie (UICN).

Son animales de hábitos nocturnos que pueden ser vistos volando en los cielos de los bosques húmedos de tierras bajas en países como la India, Tailandia, Indonesia y Vietnam, de acuerdo con la revista Australian Geographic.

Un ave fantástica que se parece a los dragones
Los chotacabras orejudos son excelentes voladores que adoran pasar el tiempo surcando los aires de los bosques tropicales, a pesar de que suelen anidar a nivel del suelo. Además, cuentan con una increíble destreza y pueden comer al mismo tiempo que sobrevuelan los bosques.

La especie fue hallada en el año de 1831 por Nicholas Aylward, zoólogo irlandés, y es la más grande de toda la familia de los caprimulgiformes llegando a medir entre 30 y 40 centímetros con un peso promedio de 130 gramos.

Actualmente, la UICN categoriza al chotacabras orejudo como un animal de menor preocupación y no cuenta con más detalles sobre si existen amenazas que pudieran poner en riesgo las poblaciones existentes de la especie.

La organización clasifica como “estable” las poblaciones de esta ave y aseguran que no se encuentra severamente fragmentada. No son migrantes y el tiempo de vida ronda los cinco años y medio.

Capacidad de camuflarse, cantos llamativos y vuelos nocturnos


En cuanto a los cantos de esta ave, suelen ser muy fuertes y llamativos y, al ser de hábitos nocturnos, durante el día se esconden en las ramas de los árboles.

Gracias a su distintiva coloración marrón-grisácea, se puede camuflar el entorno de los bosques del Sudeste Asiático. Su nombre en inglés (Great eared nightjar) hace referencia a sus enormes orejas, las plumas que sobresalen de ellas, muy similares a las de un lince, y sus conductas nocturnas.

De acuerdo con Australian Geographic, su patrón de colores gris, negro, marrón y castaño, que cubren en su totalidad el plumaje del chotacabras orejudo, sirven para mantenerlo camuflado en el suelo de los bosques, en donde incuban sus huevos, de a uno por vez.

Fotos: Web.

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