Grave hallazgo en el subsuelo marino de la Antártida

Un equipo de científicos españoles detectó en el subsuelo marino de la Antártida “emisiones masivas” de metano, un gas con una capacidad de calentar el planeta unas 30 veces superior a la del dióxido de carbono.

Los investigadores, a bordo del buque Sarmiento de Gamboa, observaron columnas de metano en el océano de hasta 700 metros de longitud y 70 metros de ancho. Estas emisiones, desconocidas hasta ahora, podrían ser una bomba para el clima del planeta.

Hay que tener en cuenta que la península antártica es una de las regiones del planeta más golpeadas por el calentamiento global, con una subida de la temperatura de más de tres grados en apenas medio siglo.

El compuesto se acumuló en el subsuelo marino hace unos 20.000 años por la descomposición de materia orgánica, en forma de hidratos de metano, un sólido cristalino. Semejantes al hielo, son estables a bajas temperaturas y altas presiones, pero con el calentamiento del océano y la disminución del peso del mar por el levantamiento del continente antártico, se desestabilizan y brota el gas.

Las columnas de metano que observaron los investigadores se disuelven a unos 150 metros de la superficie del océano. El futuro análisis de las muestras revelará hasta qué punto se libera el gas a la atmósfera.

¿Se pueden generar tsunamis en la Antártida?
La inestabilidad de los sedimentos marinos puede generar enormes deslizamientos del talud continental, con potencial de generar tsunamis. “Cuando los hidratos de metano pasan al estado de gas, ocupan un volumen 160 veces mayor. Si no se disipa de manera rápida, puede provocar enormes deslizamientos, como el de Storegga en el Ártico”, explica el geólogo Roger Urgeles.

De este modo, el investigador hace referencia al mayor deslizamiento submarino conocido, un movimiento que provocó un tsunami que arrasó las costas del norte de Europa hace unos 8150 años.

En ese entonces, la altura de las olas alcanzó los 20 metros en las islas Shetland de la actual Escocia, pero las huellas geológicas de la catástrofe todavía se pueden encontrar por toda la costa noruega, en Dinamarca e incluso en Groenlandia.

“El deslizamiento de Storegga tuvo unas dimensiones similares a las de Andalucía entera y coincidió con períodos de grandes cambios climáticos en la Tierra. Viendo cuándo ocurrió, una de las razones pudo ser que estos cambios generaran una disociación de hidratos de metano y desencadenaran el enorme deslizamiento”, advirtió el especialista Ricardo León.

Fotos: EFE.

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