Guerra en Medio Oriente: Israel y una nueva fase contra Hamas en Gaza

«Hemos pasado a una nueva fase en la guerra. Anoche [por el viernes], la tierra de Gaza tembló. Atacamos por encima y por debajo de la tierra. Atacamos a todos los terroristas de todos los rangos y en todos los lugares», afirmó el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, horas después de que sus cazas bombardearan 150 objetivos subterráneos y sus soldados siguieran desplegados en el norte de la Franja de Gaza en la mayor incursión terrestre de la guerra contra el grupo yihadista Hamas iniciada hace tres semanas.

La «nueva fase» podría incluir la ofensiva terrestre que en declaraciones del jefe del Ejército, Herzi Halevi, es necesaria «para lograr los objetivos». ¿Cuáles? El desmantelamiento de Hamas, la seguridad en las fronteras y los máximos esfuerzos para devolver a todos los secuestrados en Gaza, enumeró Halevi señalando que hay un gran número de muertos en las filas de Hamas. Como el resto de oficiales y dirigentes, lleva sobre sus espaldas la pesada losa de no haber evitado el megaatentado del 7-O.

Pero incluso sin miles de uniformados en las callejuelas de Gaza, los ataques son ya tan intensos que por un lado familiares de las 229 personas en manos de Hamas y Yihad Islámica se reunieron de forma urgente con el primer ministro Benjamín Netanyahu para exigir que no se ponga en peligro a los suyos; por otro lado, se causó un apagón en el enclave palestino. Gran parte de los gazatíes y agencias de la ONU se quedaron sin comunicaciones ni internet. La Organización Mundial de la Salud denunció que sus trabajadores, como el resto de los habitantes de Gaza, pasaron una noche «en la oscuridad [por la falta de electricidad] y el miedo». La Media Luna Roja palestina indicó que no puede comunicarse con sus equipos sanitarios en Gaza. Según la ONU, «los civiles no pueden recibir información actualizada de dónde pueden acceder a la ayuda humanitaria, ni de cuáles son los lugares más o menos peligrosos». Nunca antes los gazatíes estuvieron tan apoyados en la sede del organismo internacional en Nueva York y tan aislados en la franja situada entre Israel y Egipto.

Según el Ministerio de Sanidad controlado por Hamas, más de 7.700 palestinos (el 70% de ellos civiles) han muerto en la campaña militar que Israel lanzó en respuesta a la muerte de más de 1.400 personas, en su mayoría civiles, en el ataque de Hamas en kibutzim, ciudades, un festival de música y en varias bases militares cerca de la frontera.

Las posibilidades de una ofensiva terrestre se multiplicaron este sábado al mediodía cuando el Ejército envió este aviso en octavillas y otros medios: «Para los residentes del norte de la Franja y de la ciudad de Gaza, ésta es una advertencia urgente: evacúen temporalmente hacia el sur por su seguridad. Hamas ha colocado instalaciones y fuerzas militares en zonas civiles y las está utilizando».

Israel difundió la grabación del interrogatorio de uno de los participantes del 7-0 en el que admite que los hospitales, entre ellos Al Shifa, son usados por el brazo armado de Hamas para esconderse. Éste lo niega. Israel compartió información al respecto con EEUU y presiona a la dirección de Shifa donde, además, se esconden unos 30.000 palestinos en busca de refugio, para que evacúen una zona que podría ser escenario de combates. En conversación telefónica con Gallant, el secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, reiteró su apoyo a la guerra contra Hamas y a la liberación de rehenes y subrayó la importancia de proteger a los civiles y garantizar la ayuda humanitaria en Gaza.

En contraste con las dos incursiones anteriores, la iniciada este viernes mantuvo a las fuerzas de Infantería, Ingeniería y Artillería en el norte de Gaza tras los enfrentamientos con milicianos en el norteño Bet Janun y el céntrico Bureij. Según medios israelíes, al menos 50 milicianos murieron.

Excepto algunas intervenciones desde la tierra y el mar, la operación estaba siendo protagonizada hasta la fecha por cazas, drones y helicópteros. Fueron los que, por ejemplo, alcanzaron ayer al responsable de la unidad aérea de Hamas, Asem Abu Rakaba, al que la Inteligencia israelí acusa de ser el responsable de los drones y de los parapentes el 7-O y al comandante de la Fuerza Naval de Gaza, Ratib Abu Tzahiban, cerebro del reciente plan frustrado para la infiltración de comandos en la playa Zikim.

Israel cree que la retórica sobre la ofensiva terrestre, las imágenes difundidas de tanques en territorio gazatí y el aumento del fuego aéreo tienen un efecto psicológico tanto para que los habitantes de Gaza abandonen sus casas y se refugien en el Sur como para que Hamas libere a los secuestrados. Pero también influyeron en las familias de éstos, preocupadas de que el camino para acabar con Hamas acabe con la vida de sus seres queridos. «Ha sido la peor de todas las noches posibles. Cada minuto parece una eternidad», afirmó el comité de los representantes exigiendo que su libertad sea la prioridad número uno de Israel. El temor es evidente: muchos de los objetivos atacados son subterráneos, ya que se sospecha que en la ciudad alternativa bajo tierra creada por Hamas en Gaza se encuentran secuestrados.

Las gestiones para su liberación, especialmente en el caso de los extranjeros y de 30 niños, están marcadas por filtraciones, mensajes en la esfera de la guerra psicológica y declaraciones como la del portavoz del brazo armado, Abu Oveida, que este sábado lo condicionó a que las cárceles israelíes se vacíen «completamente» de presos palestinos.

Musa Abu Marzuk, que formó parte de la delegación de Hamas de visita en Moscú, reveló que el Ministerio de Exteriores ruso le presentó una lista de ocho israelíes con nacionalidad rusa que podrían estar en sus manos. «Les estamos buscando para liberarlos, vemos a Rusia como un amigo cercano», comentó en nombre de un grupo que este sábado reivindicó el disparo de proyectiles contra Tel Aviv y la zona sureña en torno a la central nuclear de Dimona y denunció como otros países árabes «los crímenes de guerra contra Gaza»

Egipto avisó a Israel de que una ofensiva terrestre provocará «graves peligros y consecuencias humanitarias y de seguridad sin precedentes». El Cairo abre el paso fronterizo de Rafah para la entrada de ayuda humanitaria, que Israel prevé permitir aumentar a unos 80 camiones en los próximos días a medida que la incursión profundice, pero no para la salida de varios miles de extranjeros o con doble nacionalidad de una franja convertida en un infierno. La intensidad de los bombardeos israelíes no tiene procedentes en estas tierras. Tras el atentado más sangriento en la historia de Israel, el analista del diario Haaretz Amos Harel escribía que «la población de dos millones de habitantes va a tener un sufrimiento muy grande debido a la acción que lideró el régimen dictatorial en la Franja, que al parecer tiene un apoyo popular no menor».

El sábado negro interrumpió violentamente el proceso acelerado para la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí en el marco del acuerdo que cosía EEUU. Riad condenó los ataques israelíes y se opuso a una vasta ofensiva terrestre. Aunque lejos de las cámaras, Riad desea la derrota de Hamas, al que considera un brazo más de Irán. Ahora, el balance de muertos y destrucción en Gaza no le deja otra opción que alinearse con el frente árabe y musulmán antiisraelí.

Con información de El Mundo. Foto: The New York Times.

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