Los océanos de la Tierra no siempre fueron azules, ¿de qué color eran?

Aunque nos puede parecer impensado, los océanos de la Tierra no fueron siempre azules, sino que tuvieron otro color. Un nuevo estudio logró reconstruir el pasado del planeta y descubrió cómo era la química que transformó el agua a lo largo de la historia. De esta forma, se pudo de saber qué apariencia tuvieron anteriormente, revolucionando todo lo que se sabía hasta el momento.

Durante siglos, pensamos que la Tierra primitiva fue un planeta con líquido azul, pero un descubrimiento reciente demostró una realidad completamente distinta. A través de una simulación computacional de alta precisión, un equipo internacional de científicos afirmó que, durante gran parte de su historia, los océanos fueron de otro color.

¿De qué color eran los océanos anteriormente?

La investigación, publicada en Nature Ecology & Evolution, muestra que hace 3.000 millones de años, los océanos terrestres eran verdes, más específicamente tenían un tono esmeralda intenso. La razón detrás de este fenómeno radica en la química de la Tierra primitiva:

  • Altas concentraciones de hierro disuelto en el agua, resultado de una intensa erosión provocada por la atmósfera rica en dióxido de carbono y vapor de agua.
  • El hidróxido de hierro absorbía la luz azul, mientras que el agua absorbía la roja, dejando solo el reflejo de la luz verde.
  • La actividad de las cianobacterias, microorganismos que usaban la luz solar para obtener energía y que, a su vez, potenciaban la coloración verdosa de los océanos.

El misterioso mar verde se extendió por más de 2.400 millones de años, hasta que un evento transformó radicalmente el planeta. Ahora, este descubrimiento no solo cambia todo lo que se creía sobre la apariencia del planeta, sino que además juega un papel clave para entender la evolución de la vida.

¿Cómo cambió el océano de verde a azul?
Con el tiempo, las cianobacterias liberaron oxígeno en la atmósfera, desencadenando una reacción que alteraría el color del océano para siempre. Este oxígeno interactuó con el hierro disuelto en el agua, provocando su oxidación y eliminando el tinte verde característico de los océanos primitivos.

Este proceso dio inicio a un mundo más parecido al que conocemos, permitiendo la evolución de formas de vida más complejas y favoreciendo las condiciones para el desarrollo de la biodiversidad.

Este descubrimiento no solo cambia la historia de la Tierra, sino que también ayuda a entender la evolución de otros planetas. Explica por qué algunos mundos con agua pueden no tener océanos azules. Además, abre nuevas teorías sobre la búsqueda de vida según el color de sus mares.

Fotos: Archivo.

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