En una reciente emisión del programa en Global Play, se llevó a cabo un profundo conversatorio sobre el rol de la mujer en el ecosistema emprendedor actual.
Tomi Dente abrió el encuentro destacando a los emprendedores como el «motor» y «catalizador» que impulsa a la Argentina, presentando a tres invitadas que encarnan esta fuerza: Virginia Spinacci (Mentora de negocios digitales), Micaela Alonso (Consultoría en salud) y Lorena Ivel Mauro (Consultora y divulgadora de liderazgo) [00:19].
A lo largo de la entrevista, las protagonistas desgranaron conceptos fundamentales sobre el liderazgo, la redefinición del éxito y los desafíos de equilibrar la vida personal con la profesional.
¿Qué es realmente el éxito?
Uno de los primeros ejes del debate giró en torno a la noción de éxito, una palabra que a menudo carga con un peso social abrumador. Lejos de las definiciones tradicionales ligadas exclusivamente a la facturación o la fama, las invitadas coincidieron en que se trata de una experiencia subjetiva. «El éxito es personal. Lo que para mí puede ser exitoso, tal vez para otro no», señaló una de las emprendedoras, quien destacó que para ella el verdadero logro reside en la libertad de tiempo, la familia y la posibilidad de «agarrar el auto e ir a visitar a mi familia al pueblo» [04:24].
Sin embargo, en el mundo corporativo, el éxito también se mide por el legado. Se mencionaron figuras como Steve Jobs o Roger Federer no solo por sus trofeos o empresas, sino por la huella que dejaron [05:56]. El panel reflexionó sobre cómo la sociedad a menudo confunde éxito con popularidad y dinero, ignorando el sacrificio invisible detrás de figuras como Messi [06:53].
El mito de la viralidad y la importancia del nicho
En un mercado digital saturado, surge la tentación de buscar la masividad inmediata. Virginia Spinacci, experta en negocios digitales, advirtió sobre el peligro de iniciar un emprendimiento con el único objetivo de «ganar dinero rápido», ya que esto predispone al fracaso si no hay un propósito claro o un «norte» definido [08:08].
Micaela Alonso, quien trabaja con profesionales de la salud, aportó una visión contracorriente: la micro-influencia es más potente que la viralidad vacía. «No me interesa tener una audiencia de 50.000 seguidores. Tengo 5.800 y me va súper bien», afirmó, subrayando la importancia de hablarle a un nicho de calidad en lugar de buscar agradar a todos [10:49]. La conclusión fue unánime: la profundidad del mensaje y la conexión genuina con el cliente ideal valen más que millones de vistas en un «snack» de contenido [20:04].
La historia personal como diferencial de marca
Un punto emotivo de la charla fue el reconocimiento de la historia de vida como el activo más valioso de un líder. Las crisis personales, como un divorcio o una enfermedad, a menudo actúan como catalizadores que redefinen la carrera profesional.
Una de las invitadas relató cómo, tras separarse y quedarse solo con lo básico, tuvo que reinventarse, transformando su dolor y necesidad en un motor de crecimiento [28:33]. Esta «autoridad de la vida vivida» es lo que genera empatía y diferencia a una marca personal de la competencia [16:51].
Liderazgo femenino: Intuición y autoboicot
El panel también abordó las barreras internas que enfrentan muchas mujeres. Se discutió el «síndrome del impostor» y la tendencia al autoboicot, donde muchas emprendedoras sienten que no son lo suficientemente creativas o profesionales para lanzarse [28:01].
Frente a esto, se reivindicó la intuición femenina no como un sesgo emocional negativo, sino como una herramienta de gestión poderosa. «La intuición en la mujer marca el diferencial», se argumentó, sugiriendo que el liderazgo moderno debe integrar esta capacidad con la planificación racional [25:06].
El desafío de desconectar
Finalmente, la conversación tocó un nervio sensible para cualquier trabajador independiente: la dificultad de descansar. Micaela Alonso compartió su reciente experiencia de tomarse sus primeras vacaciones reales sin computadora, un hito que le costó años alcanzar [38:29]. El consenso fue que, aunque el emprendedurismo vende una imagen de libertad, la realidad suele implicar una conexión 24/7 que requiere terapia y autodisciplina para no fundirse.
El programa cerró con una invitación abierta a otros emprendedores del país a compartir sus historias, reafirmando que detrás de cada proyecto hay una vida, una lucha y una idea que merece ser contada [40:40].
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