
Durante meses, Ucrania y sus aliados trataron de convencer al Gobierno de Trump de que Putin actúa de mala fe, y han dicho que el acuerdo de Rusia para un alto el fuego podría funcionar como una prueba de si se toma en serio la consecución de la paz que el presidente de Estados Unidos ha exigido durante mucho tiempo.
Sin embargo, la oferta de Putin de entablar conversaciones directas —hecha en un discurso televisado poco habitual a la 1 de la madrugada, hora local, del domingo— fue una apuesta para distraer del hecho de que es probable que Rusia desprecie el plazo del alto el fuego del lunes, según los analistas.
La oferta de Putin sometió a Zelensky a una “enorme presión” para que aceptara mantener conversaciones en Turquía, según declaró a CNN Sergey Radchenko, profesor de la Escuela Johns Hopkins de Estudios Internacionales Avanzados.
“Porque, de lo contrario, tendrá que vérselas con Trump, que le dirá: ‘¿Por qué estás socavando mi iniciativa de paz? Por qué no puedes simplemente hablar?”.
Turquía “dispuesta” a acoger las conversaciones
Ya preparando el escenario para las conversaciones, Putin habló con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el domingo. Según el Kremlin, Erdogan “apoya plenamente” la propuesta de Putin de celebrar conversaciones de paz y ofreció Estambul como sede.
Aunque Ankara confirmó que Turquía está dispuesta a acoger las negociaciones, una declaración de la presidencia del país sugirió que estaba de acuerdo con los aliados de Ucrania en que el alto el fuego debe preceder a las conversaciones.
“Al observar que se abrió una ventana de oportunidad para lograr la paz, el presidente Erdoğan afirmó que un alto el fuego completo crearía el entorno necesario para las conversaciones de paz”, dice el comunicado. No precisó si Turquía renunciaría a acoger las conversaciones en caso de que Rusia rechazara la oferta de alto el fuego.
La Casa Blanca dijo que el secretario de Estado, Marco Rubio, visitará Turquía del miércoles al viernes, para asistir a una reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN y discutir “el fin de la guerra entre Rusia y Ucrania”, lo que significa que estará en el país el día de las conversaciones de paz propuestas por Putin.
La retirada de Trump de su exigencia de que Rusia acepte un alto el fuego supone un cambio drástico de enfoque. La semana pasada, Trump había pedido un alto el fuego incondicional de 30 días en Ucrania, sin fijar un plazo. “Si no se respeta el alto el fuego, EE.UU. y sus socios impondrán más sanciones”, advirtió. Los líderes europeos reunidos en Kyiv dieron más peso a la amenaza al fijar el lunes como fecha límite.
Radchenko dijo que la oferta nocturna de Putin de conversaciones de paz era un intento de trasladar la presión sobre Rusia de nuevo a Ucrania.
“Sabe que Trump quiere conversaciones directas”, dijo Radchenko. “Ahora, al decir: ‘Mira, estamos ofreciendo conversaciones y los ucranianos son los que no están de acuerdo’, está volviendo a poner la pelota en el tejado de Kyiv”.
Además de distraer la atención de su desaire a la propuesta de alto el fuego, la oferta permitió a Putin posar “como el pacificador, invitando amablemente a Ucrania a la mesa”, dijo Radchenko. “Se le ve tomando la iniciativa”.
En su discurso, Putin dijo que Rusia no descarta que “durante estas conversaciones exista la posibilidad de acordar algún tipo de nueva tregua, un nuevo alto el fuego”, pero subrayó que las conversaciones tendrán como objetivo eliminar las “causas profundas” del conflicto.
Casi al mismo tiempo que el discurso nocturno de Putin, una pausa de tres días en los combates ordenada por el líder ruso llegó a su fin, con Ucrania informando de más de 100 ataques con drones durante la noche. Ambas partes se acusaron mutuamente de continuar los ataques durante la tregua, ordenada por Putin para conmemorar el Día de la Victoria de Rusia en la Segunda Guerra Mundial.
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